sábado, 23 de julio de 2016

Maya Angelou - Y aún así, me levanto



Foto de Cole Thompson - Dahlia and old hands

Y aún así, me levanto

Puedes escribir mi nombre en la historia

Con amargas y retorcidas mentiras,

Puedes hundirme en la pura mierda

Pero aún así, como el polvo, me levanto.


¿Es que te molesta mi descaro?

¿Por eso te rodeas de oscuridad?

Camino como si tuviera pozos de petróleo

Bombeando en mi sala de estar.


Como lunas y como soles,

Con la certeza de las mareas,

Como esperanzas brotando alto,

Aún así me levanto.


¿Querías verme destrozada?

¿Cabeza agachada y ojos sumisos?

Hombros deshechos como lágrimas.

Débil por mi llanto estremecedor.


¿Es que te ofende mi arrogancia?

Pues no te lo tomes tan a pecho.

Me río como si tuviera minas de oro

Al descubierto en mi propio patio.


Puedes dispararme con tus palabras,

Puedes acuchillarme con la mirada,

Puedes matarme con todo tu odio,

Pero, aún así, como el aire, me levanto.


¿Es que te molesta mi sensualidad?

¿Será que te sorprende saber que bailo

Como si tuviera diamantes

Allí donde se juntan mis muslos?


De las chozas de la vergüenza histórica

Me levanto

De un pasado con raíces de dolor

Me levanto

Soy un océano negro, ancho y vivo,

Subiendo y bajando, aguanto la marea

Dejando atrás noches de miedo y terror

Me levanto

En un amanecer maravillosamente puro

Me levanto

Portando los dones de mis ancestros

Soy el sueño y la esperanza del esclavo.

Y me levanto

Me levanto

Me levanto



Maya Angelou - versión de Tive Martínez, 2015

Maya Angelou, recitando su poema Still I Rise


2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Un poema de gran fuerza, María:

Leerlo es conectar con la luchadora que existe dentro de cada mujer, dentro de cada persona.

Una elección muy interesante.
Besos a montones
Ana

batalla de papel dijo...

Ana,
Por eso me gustó este poema por la fuerza que trasmite, para levantarse después de una caída y seguir peleando con la vida.
Maya Angelou fue una luchadora y sus poemas reflejan su fuerza interior para combatir las injusticias.
Besos,

María